Lo que llamamos locura no es más que una precipitación de nuestras decisiones o acciones que nos empujan a realizarlas en un momento que no hubieramos pensado. Todos en algún momento hicimos algo que, de alguna manera, nos arrepentimos, o quizás no, pero tenemos en claro que en otras circunstancias no lo hubieramos llevado a cabo. Loco, demente, lunático. Vivimos para y por la locura, que se encarga de llevarnos hasta el límite de lo pensado, hasta el borde del precipicio que tenemos miedo de mirar. Lo ignoramos y evadimos hasta que, por causa del destino, nos vemos enfrentados a él. Por mi parte, me considero una seguidora de la locura, aunque sé que me trajo muchos problemas (y me los seguirá trayendo) pero la considero una de mis leales compañeras en los días en que todo no está como quisiera. De todos modos, sea como sea, lo que sucede SIEMPRE es por alguna razón. "Lo que pasa por algo será". No le tengamos miedo a la locura, tiene como todo sus dos lados: el bueno y el malo.