Seguidores

Me declaro culpable de cada uno de mis defectos que intento cambiar y muchas veces no puedo. Me declaro culpable de mi desorganización para todo, de mis cambios de humor y de mi irritación (demasiado) constante. Culpable por ser la mas indecisa que hay. Culpable de ser muy soñadora, ilusa e idealista, sí lo sé, no tengo límite pero, como sea, no puedo evitarlo, es parte de mi naturaleza y de mi forma de ser. Me declaro culpable de ser tan torpe. Culpable de ser testaruda, de vivir en una burbuja y en un cuelgue promedio del 80%. Culpable de pasar papelones, muchos si me preguntan cuántos. Culpable. Culpables somos todos. Somos responsables de lo que hacemos, de lo que somos, de lo que nos pasa. Lo bueno y lo malo. Porque sí, cuesta admitir cuando nos equivocamos o declarar nuestras faltas pero si todo lo hiciéramos bien, en mi opinión, no sería para nada divertido, no habría nada que aprender ni qué criticar de nuestras acciones. No tendríamos que llorar ni juntarnos con amigas organizando una "Noche de chicas" por elegir un flaco equivocado o pedir perdones por ahí porque dijimos tal o cual cosa ni dar abrazos de reconciliación que sacan tanto peso de encima. A la larga, todo vale la pena.

Me declaro culpable de todo eso pero no me arrepiento de nada porque es lo que me mantiene siendo como soy.