skip to main |
skip to sidebar
Vergüenza.
Sí lo sé.
No puedo mantenerme en pie.
Por momentos,
por lo menos,
siento que floto;
que me separo de mí
y vuelvo a caer.
Al vacío,
a esta realidad incoherente
que no se transforma.
Es una situación que se repite,
que no deja de ser.