La neurótica siempre había sostenido que la materia de los sueños , si tuviésemos los órganos visuales adecuados, podía verse. Por que es tan materia como la materia de las cosas físicas,sólo que más sutil. Estamos rodeados de personas, objetos y acontecimientos soñados, decía ella, nos movemos entre ellos, los traspasamos sin darnos cuenta. Aun en la mayor soledad, el lugar donde nos encontramos está por hasta el ultimo rincón por los seres de la fantasía, de nuestros sueños y de los sueños soñados por todos los que estuvieron allí. Por que donde quiera que vayamos, decía la neurótica, siempre llevamos un andrajo de nuestro propios sueños.